16 May Louise Bourgeois: historia de la mujer araña
Como ya he mencionado en otra ocasión, Louise Bourgeois me parece una artista de referencia y uno de los ejemplos de cómo mujeres llenas de talento han tenido problemas para ver su obra reconocida en el mundo del Arte.
Louise Joséphine Bourgeois, artista y escultora francesa, nació en 1911 y falleció en el pasado año 2010. Su obra es puramente autobiográfica, hablando de la soledad, la ansiedad, la traición… Y está inspirada en un trauma de su infancia al descubrir que su padre y su niñera tenían una relación a espaldas de su madre.
«Mamá» – Louise Bourgeois
Sus esculturas gigantes con forma de araña le han valido su apodo más conocido, la Mujer Araña, y representa a su madre con ellas. De todas estas obras, la más conocida se llama Maman (Mamá), mide 9 metros de altura y actualmente se encuentra expuesta frente al Museo Guggenheim de Bilbao. Se la considera una de las artistas más importantes del Arte Contemporáneo y su obra hace referencia a la figura humana y sus fragmentos.
Debido a su problemática relación con su padre, un hombre mujeriego y de temperamento explosivo, ve afectada también su relación con los hombres a lo largo de su vida.
En 1930, Louise comienza a estudiar Matemáticas y Geometría en la Universidad de La Sorbona, materias que la atraen por su estabilidad. Afirma que la única forma que tiene de obtener paz mental es estudiar leyes universales que no pueden cambiar. En 1932 fallece su madre, hecho que la impulsa a dejar las Matemáticas y empezar a estudiar Arte. También tiene su primer intento de suicidio. Su padre no la apoya en su cambio académico y puede financiar sus estudios trabajando de traductora de inglés. Tras graduarse en La Sorbona, sigue estudiando en diversas escuelas de Bellas Artes y descubre que no es pintora, si no escultora, y que los traumas y tensiones de su infancia le sirven de inspiración.
«El Arco de la Histeria» – Louis Bourgeois
Su obra expresa el sufrimiento de las mujeres en la sociedad, habla del poliamor y tiene un trasfondo claramente feminista, aunque ella niega formar parte de este movimiento social. También encontramos bastantes referencias a su padre, siempre deformadas y vistas a través de sus traumas y dolor. Su madre era tejedora, y aunque ella insiste en que eso no ha influido en su vida, esto se ve expresado en algunas esculturas que están tejidas a modo de peluches terroríficos.
«Seven in Bed» – Louise Bourgeois
Otra faceta muy representativa de su obra son las celdas. En ellas podemos ver partes muy íntimas de su psique. Estas celdas nos hablan del miedo, y las toma como terapia para superar sus traumas. Como su asistente personal afirma, «El arte la ayudaba a sobrevivir. Ella fue una artista que nunca hizo obras para su público, si no para ella misma». En estas obras observamos lo más profundo de su ser. Ella amó a su madre muerta, por eso el útero vacío es otro elemento constante en sus obras. También quiso matar a su padre y a sí misma, y jamás dejó a un lado su complejo de Electra.
Estas 28 celdas son el poético y terrible testimonio de su vida. Una vida que nos ha enseñado a caer y a levantarnos, a utilizar el arte como método de sanación. Estas celdas son a la vez cárcel, refugio y psiquiátrico. Esta obra se merece que nos sumerjamos en ella y absorbamos todas las emociones que contiene.
Araña (1997) / Photograph- Maximilian Geuter:The Easton Foundation : VEGAP, Madrid
«La última subida» (2008)/ Photograph: The Easton Foundation VEGAP Madrid
«La Histeria» – Louise Bourgeois
«Celda XXVI» – Louise Bourgeois
Si te interesa conocer la vida de otras mujeres artistas, te la dejo aquí.
En este enlace puedes encontrar información acerca de la exposición que se realizó el pasado año 2016 en el Museo Guggenheim, más datos acerca de sus obras y algunas reflexiones muy interesantes.
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